11.6.09



Te suelto, te arrojo en el vacío
como aire que libero
después de tiempo retenido
como ave fuera de su jaula
emigrando al infinito.


Te libero de la obsesión
que fue perpetuo presidio
y te absuelvo del melancólico vacío


Te perdono las ausencias
exiliando tu presencia
al más recóndito olvido.


Te regalo libertad
y con ella
se enaltece mi espíritu


Y regresando al principio
te observo libre
sublime
nunca más cautivo


Te mutilo de mi
y me desangro de memorias y recuerdos,
de parques, de lluvia
de inviernos


Y aunque el dolor, intacto
parece quemarme por dentro
es como si volviera a la vida
cuando, en medio de tu libertad,
te contemplo

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