14.10.10

Amargo.


Los sombreros y los senos de la tierra, sincronizados, armaban un lugar lleno de armonía en dónde todos los seres vivos, vivían con alegría.

ELLA, tenía estampada una sonrisa en el rostro, mientras respiraba el mismo aire que otro.

Caminaba erguida, con energía y la frente en alto. Era un sonámbulo caminando sin preocupaciones, y soñando como un loco.

Era como un catálogo de sabores dulces, que empapaban al mundo, pero esto, como todo… Duró unos pocos minutos.

Los sombreros ahora eran oscuros y tapaban los senos de la tierra, armando un lugar lleno de sombría, en dónde todos los seres vivos, vivían con desdicha.

ELLA, Tenía estampada una mirada vacía, llena de lágrimas de desgracia, mientras sus hombros sufrían el efecto de la gravedad.

¿Dónde se había escondido el cielo?, ¿Dónde los pájaros, cantaban en secreto?

La única verdad era, que un sabor amargo eterno, la perseguía, y ELLA, por descuido, dejó empapar sus labios y estos, fueron apoderados por la amargura, dejando hasta, lo agridulce afuera.

Los sabores amargos, también se pueden disfrutar, pensó.
Y lo pretendió, ¡vaya, que lo hizo! Pero pretender, no es tan fácil, y en un infierno interno como ese, no se puede ser feliz.

Era un infierno interno, de tormentas internas… Dónde había perdido su esencia.

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