Silencio.
Había llegado...
el cielo anunciaba la realidad de mis sueños
Me golpeabas,
Tiritaba..
abrí los ojos y levanté un poco la cabeza.
El agua era fría, turbia, de un color rojo sangre.
Quise gritar, llorar, suplicar que parara de una vez, que me dejara ir quien fuera culpable de aquel juego macabro.
Sobre mí naufragaban unos cuantos cuerpos sin vida, destrozados.
No pude, no quise reconocerlos.
Solo pronuncie un grito ahogado.
Rabia.
Cuando volví en mí me rodeaban aguas menos agitadas, de un azul brillante, con mucha luz...
Me sentí incómoda, tenía una sensación extraña.
Algo no encajaba y a pesar de resultar evidente yo no lo veía.
Entonces tuve un ataque de lucidez y la verdad de mi observación rompió definitivamente mis esquemas.
Me quedé helada.
No había peces,
movimiento,
ni vida.
¿Y yo? ¿Qué hay de mí? Hacía demasiado tiempo que había dejado de respirar...y de necesitarte.
Esta es la muerte ...
Escuche......
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