“Dicen que el tiempo cura las heridas, no estoy de acuerdo... Las heridas perduran. Con el tiempo la mente, para proteger su cordura, las cubre con cicatrices y el dolor se atenúa, pero nunca desaparecen”.
23.1.11
Existe una leyenda griega...
... en la que los dioses del Olimpo una vez creado el mundo vieron a los hombres muy felices, y sintieron envidia de verlos disfrutar. Después comprobaron que esa felicidad les hacia fuertes y poderosos y temieron por ellos mismos pensando que un día los humanos querrían ser dioses también y como eran muchos podrían ser destronados del Olimpo. Así pues, se reunieron en divino conciliábulo y decidieron que partirían a cada ser en dos mitades y los diseminarían por la Tierra de forma que, deberían pasar el resto de sus vidas buscando a su complemento para recuperar la felicidad perdida. Pero solo aquellos que lograran mantener el equilibrio interno individualmente, lograrían recuperar su pareja. Desde entonces hombres y mujeres vivimos buscando a nuestra alma gemela. Es uno de nuestros trabajos más dolorosos.
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